EL CALLEJÓN DE LAS RATAS # 4

EL CALLEJÓN DE LAS RATAS # 4

POR JCM

Desde la convocatoria del Rey Luis XVI a los Estados Generales y la firma posterior para dar una constitución a Francia en 1789 en la Asamblea Nacional Constituyente, se apersonaron los tres Estados quedando a la izquierda el Estado llano y a la derecha el Clero y la nobleza. A partir de ahí, el tercer Estado quedó definido como la "izquierda" y el clero y la nobleza -primer y segundo Estado- como la "derecha".

Hasta nuestros días persiste esa definición y la "izquierda" redimida por el comunismo-marxista socialista se define sólo como IZQUIERDA y todo lo que no sea "izquierda" se define como "DERECHA".

Este odio nace no en el pueblo francés sino en las logias masónicas de los "illuminati" de Baviera, quienes prendieron la mecha que incendió Francia en 1789. A partir de ahí exportaron la revolución a todo el mundo a través de las logias.

A México en particular llegaron en la persona de Joel Roberts Poinsett como el Primer Ministro de los E.E.U.U. sobre México el cual plantó y desarrolló la semilla masónica en nuestra patria entre 1825 y 1829. Este super agente al servicio de la "globalización" de entonces les dio cuerda a los enemigos de la Patria.

El Virreinato en la Nueva España había logrado, a través del trabajo y el mestizaje, la organización política, religiosa, jurídica y económica de la nación en potencia y mantener la paz y el desarrollo novohispano nada menos que por 300 años.

Pero ... llegaron las sociedades secretas patrocinadas por los Estados Unidos de América, herederos del odio feroz de Inglaterra por las posesiones del Imperio Español, por la lengua, las costumbres y la Contrarreforma. Los herejes rebeldes a la Iglesia Católica se desarrollaron en el norte de América y, a base de ingerencias políticas, militares y económicas empezaron a desestabilizar a la corona española. Durante la guerra por la independencia de los E.E.U.U. no metieron su cuchara en la América Española, simplemente porque no tenían la fuerza suficiente para enfrentarla. Pero luego, en Estados Unidos de América voltearán la vista a los amplios territorios de la América Hispana y empezó a tejerse cómo sacar el mejor partido de sus vecinos. Así es como Joel Roberts llegó como ministro de E.E.U.U. sobre México que, para ese tiempo había adquirido su identidad independiente, así que puso las manos a la obra y desarrolló las primeras logias de rito yorkino en nuestra patria.

Ya existían desde 1806 las primeras logias de origen español fundadas en el Callejón de las Ratas N° 4 de la Ciudad de México. Esta logia era en realidad un centro de conspiración política en la que fue iniciado el cura Miguel Hidalgo y su compañero Miguel Allende.

Luego vinieron las guerras de Reforma para combatir a la Iglesia y su influencia política y moral. Por ese tiempo cuando Estados Unidos de América tuvo un papel importante luego de declararnos la guerra por el asunto de Texas, los masones le entregan o más bien nos arrebatan (a México) más de la mitad del territorio a través de los desastrosos Tratados de Guadalupe-Hidalgo.

Alegan las logias que don Agustín de Iturbide fue iniciado pero fuentes muy honradas lo desmienten, siendo Iturbide y Miramón (Don Miguel) los generales no masones más sobresalientes de su época.

Benito Juárez muy ufano con el triunfo contra Miramón lo mandó fusilar junto al Gral. Tomás Mejía y el Emperador Maximiliano, asunto que fue condenado por las cortes europeas. Es el tiempo del florecimiento liberal y sus consignas anticristianas. Viene después el porfirismo donde elevaron a Juárez al altar de la patria y lo declararon "santón" del liberalismo.

Los desaires de Porfirio Díaz a las "gandallas" peticiones del presidente de los E.E.U.U, William Howard Taft, quien le pedía que echara para atrás el ferrocarril transístmico -por competir con el Canal de Panamá en construcción-, que dejara de comprarle armamento al Imperio Alemán para comprárselo a ellos, que ya no le arrendaría la Bahía de Magdalena, el privilegiar a los capitales europeos, la ayuda del gobierno mexicano a José Santos Zelaya que había sido derrocado por E.E.U.U. Todos estos desaires hicieron que la dignidad de México se mantuviera en alto y la caída del Gral. Díaz -en la cual estuvieron muy activas las logias mexicanas al servicio de Estados Unidos- era inevitable.

No fue hasta la caída de la Casa Romanov en Rusia por los bolcheviques que a esta alianza masónica universal se le denominó "comunistas" y más tarde "izquierda liberal".

Y así llegamos hasta la expropiación petrolera de 1938 donde las logias masónicas en México le ordenaron al presidente Lázaro Cárdenas, la nacionalización de la industria petrolera en favor e E.E.U.U. que ya habían decidido hacerle la guerra a Adolf Hitler y cerrarle la llave petrolera a la industria militar de Alemania.

Para entonces el liberalismo mexicano se radicalizó por la influencia de la izquierda trotsquista que pregonaba la "revolución permanente" que fue la organizadora del Movimiento Estudiantil de 1968.

Desde entonces le metieron freno a la agenda comunista-liberal por los aires que soplaban en Washington.

Se olvidó desde el Porfiriato el término del liberalismo o liberal para designar a las fuerzas revolucionarias del continente hasta que con el triunfo de "ya sabes quién", empoderó a la izquierda en el gobierno y definió a los comunistas-izquierdistas-socialistas con el anacrónico término de "liberales" y en forma despectiva a sus opositores los metió en el saco de "los conservadores" o "fifís", como en tiempos de la Reforma.

Y ya entrado en este juego de definiciones, reeditó el vocabulario decimonónico para referirse maniqueamente como "liberales" y "conservadores", donde los liberales son los buenos y progresistas y los conservadores son globalistas, corruptos y neo-liberales, polarizando al país al dividirlo en dos extremos irreconciliables.

Lo único claro es el camino bien definido hacia el socialismo bolivariano, apoyado, promovido y concebido por el Club Bilderberg a través de George Soros y el Foro de Sao Paulo.