¡ES TIEMPO DE HÉROES!

En momento aciagos de la historia de los pueblos, surgen del anonimato los héroes que enfrentan y rescatan del caos que otros sembraron (el trigo y la cizaña crecen juntos, pero uno da fruto, y el otro, no sirve ni para arder), en sus pueblos y naciones. Las ideas se nublan y surgen las ideologías, que sólo destruyen la armonía y la paz entre los humanos. El desvarío de algunos pensadores que nunca han trabajado, ha sido la base de la discordia.

Por lo general, el que trabaja, cree y anhela el premio merecido; en cambio, el holgazán y fantasioso rechazan la fe porque ésta los señala. El problema de los sin fe es que en sus ideas se apartan del sano juicio para entregarse al error y la discordia.

En este mar de cosas, las ideologías, creadas por los enemigos del trabajo. quieren garantizar a su progenie -los holgazanes de siempre- el premio de no hacer nada, el confort y la vida asegurada. Estas ideologías se basan, por lo general, en quitarles el fruto de su trabajo a quien sí trabajó … son como salmones, pero sin el sudor de la remontada.

¿Cuántos pueblos y naciones han perecido por el afán y repulsa del trabajo?

¡La "revolución" es su estafeta y la envidia es resorte que los impulsa! El único fin es apropiarse del tesoro de la gente, los pueblos y las naciones, y en ese inter desastroso, si no obtienen su ganancia, destruyen lo que les es imposible poseer.

Para impedir esta tragedia surge una serie héroes y de santos, que, con infinito trabajo y oración los exhiben y combaten. La herida y el martirio son el premio a sus acciones. Luego, el pueblo agradecido, lo cuentan con versos y cantares. La defensa en aras de sus pueblos, escriben las páginas más gloriosas de la Historia en el Cielo, reciben la corona de laurel y de la gloria.

¡Nuestro reconocimiento va a tantos héroes conocidos y algunos sin nombre, pero con el apellido de héroe de la Historia!

Rece el pueblo de Dios para que, en estos momentos convulsos y confusos, surjan entre los pueblos: el brazo fuerte, la pluma ágil y el amor que sienten por los ofendidos, despojados y víctimas de estos nefandos holgazanes. Los héroes prefirieron morir a dejar reinar el caos y la violencia en los pacíficos pueblos donde la frente suda y el músculo se entrena.

 ¡Vivan los héroes que ahuyentan las tinieblas!

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