¡REFLEXIÓN SOBRE MIS PECADOS!
El título tiene una connotación de esperanza en que Dios perdone mis faltas, en esta Cuaresma.
Resulta, que vengo arrastrando desde hace dos años, enojo e impotencia al conocer lo que han hecho con nosotros los poderosos, que se quieren apropiar del mundo.
Primero, no lo creía, no soportaba la idea de tanta malicia … ¿Cómo las organizaciones que deben velar por nuestro bienestar nos han traicionado, y que sólo somos peleles en sus planes y ambiciones?
Al darme cuenta de esto, he "pecado contra el prójimo", al pensar mal de los que deben actuar bien.
En la parte política de esta cuestión, me arrebata el saber que nuestras autoridades no hacen nada y se han hecho cómplices del dolor que han infringido a mis hermanos (literal) y a mucha gente que he amado; y al no tenerlos, ya con nosotros, me causa tristeza, desasosiego y odio al sistema que se "despacha con la cuchara grande, y reparte morusas a los pobres".
Me molesta, lo que han hecho de la educación y me duele la apertura a ideologías que han borrado el perfil moral de nuestra juventud. En fin, sigo haciendo rabieta por lo que se viene … la "enfermedad X", que se aproxima … y que parece que nuestras autoridades aplauden a los verdugos.
Dios, que parece ausente de mis ruegos y oraciones. Le rugo, para que venga a poner orden, en este desorden global.
Señor … esto son mis pecados: odio, rencor y la posibilidad de alegrarme de que les vaya mal y sobre todo a la hora de su muerte.
¿Lo ves? … puro rencor, odio y malos deseos … ¡perdóname, mi Dios, y no tardes, en hacerte presente para que vengues a los impotentes y hacer algo para mejorar las cosas!
¡Amén!