21 DE MARZO
Este día se celebra el natalicio de Benito Juárez García, quien nació en 1806, en San Pablo Guelatao municipio de Ixtlán, en Oaxaca. La historia oficial lo ha "canonizado" como el "benemérito de las Américas", y le atribuyen "talentos jurídicos y políticos fuera de serie".
Mucha gente, conoce a Benito Juárez, como un prominente masón dependiente de la Logia de Nuevo Orleans. Todo esto es cierto, como lo es también que su ejército fue una y otra vez vencido por Miramón y Mejía, hasta que la Logia lo ayudó a vencerlo en el puerto de Veracruz.
La masonería está presente en nuestra historia nacional desde muy temprano, en México independiente, cuando se instaló en el Callejón de las ratas número cuatro; la semilla que sembró el embajador plenipotenciario de los Estados Unidos de México, Robert Poinsett, que ha dado fruto hasta la fecha.
Desde entonces, la vida política del país gira en torno de esta secta. Todo en México, desde la Independencia hasta nuestros días, ha sido manejado bajo los intereses de la masonería Yorkina. A pesar de haber cumplido ya 200 años de presencia en el país, no han podido acabar con la Iglesia católica, ya que a 86% de los mexicanos, nos siguen bautizando.
Este formidable enemigo de la masonería es la Iglesia: sus Prelados, sus instituciones, su doctrina y la intercesión de María Santísima de Guadalupe han protegido en parte, la fe y el Evangelio.
Muchas anécdotas hay alrededor de don Benito. Una es que cuando se casó su hija no sólo fue al civil, sino también al tanto, de la Iglesia. Sus vicios le hicieron perder y comprometer una buena parte del territorio nacional, que, entre Juárez y Santa Anna, sumando, perdieron, vendieron, regalaron o lo enajenaron, en casi 60%.
Fueron por las traiciones de Juárez, que el territorio fue a parar a manos de las Logias de Estados Unidos.
Hoy, la 4T, lo ensalza y santifica, pero así es la izquierda, al que más hace daño al pueblo, le hace un monumento con glorietas.