EL FUTURO EN NUESTRAS MANOS
Los políticos no gozan de buena fama que digamos; aspecto negativo que lo resuelven con un séquito de buenos propagandistas, especialistas en imagen, les dicen cómo vestirse, que colores usar, el tipo de peinado, los enseñan a sonreír, aunque algunas no logren cambiar su cara acartonada, por más que le hagan la lucha sus promotores. Los medios de comunicación masiva y en las nuevas, -bueno ya no tan nuevas-, redes sociales, son un instrumento propagandístico formidable; es el preferido para difundir fake news, o noticias engañosas, para atacar a los contrarios, "ellos son malos, por lo tanto, yo soy el único bueno", razonan. Muy pocos políticos logran su objetivo, puede ser temporal, y nunca definitivo pues sus mañas, su doblez, el papel al que se apegan para ocultar su verdadera personalidad, termina por desgastarse. Su verdadero "yo" gana la batalla, seguramente muy tarde para los electores, pues los medios se encargaron de presentar una personalidad totalmente fuera de la realidad. Candidatos ha habido que, para convencer a los electores, han llegado a tal grado que sus anécdotas en sus cuitas en política quedaron registradas en la memoria de las generaciones que nos tocó vivir la "dictadura perfecta".
Sobran anécdotas de políticos emanados del otrora invencible PRI, etapa triste de nuestra historia y que ahora, "ya sabes quien", está empeñado en reeditar, corregida y aumentada, para que valga la pena. Viene a nuestra memoria el candidato a alcalde de un municipio de Nayarit que, cuando candidato, quería convencer al electorado que votaran por él, con el argumento de que anteriormente era el único que había robado poquito, los demás pues más, y resultó ganador. O del candidato a gobernador que prometía hacer un puente en el pueblo que visitaba en campaña, y cuando uno de sus asistentes le dice que en ese pueblo no hay río, y que por lo tanto no requiere puente, lo obliga a corregir por tal inconveniente, prometiendo que también les haría un río. El anecdotario es interminable.
Dice el dicho popular que "prometer no empobrece" y nuestra clase política lo sabe y lo práctica. Esperan que sus promesas de campaña pasen al olvido o bien se hacen "ojo de hormiga" y nunca vuelven a visitar a la gente que engañaron y gracias a esa promesa la gente votó a su favor. Total, de eso se trata la política, equivocados convenientemente para sus verdaderos intereses.
Los invito a que, en este tiempo de elecciones en nuestro país, observen el comportamiento de las y el candidato a la Presidencia de la República. Bien vale el tiempo que dediquemos a analizar el comportamiento de dichos personajes. Seguro encontrarás pasajes muy divertidos en los tres escenarios, porqué se pelean, qué les descubre, las promesas imposibles y las posibles. Sin duda se divertirán, pero el fondo es poder decidir por quién votar. Recordemos que en la próxima elección nos estamos jugando el futuro de nuestro país.
Las campañas hasta ahora se han desarrollado conforme a lo esperado. La candidata oficial representada por su vocero y consejero, López Obrador, Presidente de la República; se está gastando millonadas en su desesperada ambición por construir el segundo túnel, perdón el segundo piso de la 4T, que, si seguimos la lógica de la misma, quiere decir: más represión
a periodistas, menos medicinas para el pueblo, seguir fomentando la división entre los mexicanos, más abrazos para sus socios metidos a políticos, los narcos. Fomentar las amistades con los dictadores en América Latina, o donde se encuentren, seguir con bravuconadas con nuestro principal socio comercial. Eso de vestirse con atuendos con la Virgen de Guadalupe, de "adelita" para defender el petróleo, de fingir y fingir y de ser el títere del ventrílocuo de palacio, nos resulta repugnante, pues no es católica y fue becaria de la Fundación Rockefeller. Lo que sí es una devota sumisa y reptora de ya sabemos quién.
La representante de la alianza PAN, PRI y PRD nos parece más auténtica, aunque rodeada de personajes del viejo régimen, que no tuvieron cabida en la 4T, por pleitos de poder seguramente. Su desarrollo personal de superación, el saber lo que cuesta crear una empresa, un empleo, de sus proyectos personales para ayudar a pueblos indígenas son ejemplo de su valía como persona, con defectos y fallas, dirán, y con justa razón. La realidad se impone y es la opción menos dañina para el futuro de nuestro México, ¡valla disyuntiva¡
Mucho está sonando el posible descarrilamiento de las próximas elecciones por parte del que ya entregó el bastón de mando, pare crear las condiciones objetivas y declarar un estado de excepción y continuar en el poder. El "peje" nunca pierde y cuando ve venir la derrota se cura en salud y arrebata, para eso es el poder. Bien lo aprendió en sus primeras lecciones como político del viejo PRI.