JUSTICIA AL ESTILO 4T

06.10.2021

Mucho se ha hablado de la personalidad de nuestro Presidente, de sus rasgos psicológicos, de sus filias y sus fobias, y no tendría nada de extraordinario si no fuera porque esos rasgos, digámosle "atípicos", han estado dominando su actuar como gobernante. Claro que todos tenemos un pasado, experiencias de vida que nos han marcado, educación, religión, familia etc. y todo ello determinan nuestra personalidad, nuestra cosmovisión. Existen personas que han sufrido experiencias que los han marcado de tal manera que determinan el rasgo dominante de su personalidad.

Lo que sabemos de la niñez del titular del Ejecutivo, y quizá de ahí su personalidad, son dos hechos que salen del común de las experiencias de vida: el primero es el hecho en el que pierde la vida uno de sus hermanos, siendo Andrés Manuel responsable de la muerte, según periódicos de la época; y la otra, cuando en un arranque de ira le arroja una pelota de beisbol a un niño, al que deja daños cerebrales de por vida. ¿Estos hechos marcaron su carácter? ó ¿son muestra temprana de su carácter violento y vengativo?

No tenemos por objetivo hacer un análisis profundo de la psique de AMLO, ni tenemos los conocimientos para ello, ni es el fin del presente artículo; lo que tratamos es de encontrar una explicación del porqué no puede tolerar "ojos en otra cara", de sus deseos de venganza, muy mal disimulados, de querer sometimiento total y absoluto de sus colaboradores, de su megalomanía demostrada en sus públicos intentos de dominar al Poder Legislativo y al Poder Judicial, y qué decir de los órganos autónomos.

Estos rasgos de su personalidad no serían tan preocupantes si se tratara de un "caciquito" de pueblo, que los hay y muchos. Desgraciadamente, el caso es serio; estamos hablando de un Presidente de la República que no tiene el menor recato en lanzar diatribas a los periodistas que no se le someten, a los fifís, conservadores, y como un desquiciado con metralleta, dispara a todo opositor que se mueva, para él no son mexicanos, los trata como enemigos. Se asume como Presidente de las clases necesitadas; para él, ese es el pueblo y nada más.

Ser vengativo lo ha demostrado continuamente en sus mañaneras, desde donde, cual púlpito, adoctrina o trata de adoctrinar a sus cada vez menos seguidores y lanza ofensas y diatribas a los que por alguna razón considera sus enemigos y muestra sus deseos de venganza. "Dime de que presumes y te diré de que careces", dice el refrán y a diario lo escuchamos presumir que la venganza no es su fuerte, que ya las cosas no son como antes, que vamos muy bien, requetebién, etc.

Su deseo de venganza es tan evidente que sin el menor sonrojo mantiene en la cárcel a Rosario Robles; no es que la defendamos pero es que los que se desviven por complacerlo son tan torpes, que habiendo materia para configurarle varios delitos, la mantienen en la cárcel por asuntos inventados y que no ameritan la pena de cárcel. Otro ejemplo es el del exsenador panista José Luis Lavalle quien es acusado por Emilio Lozoya, delincuente confeso que goza de libertad y casualmente nadie lo ha visto desde su extradición de España, ningún medio de comunicación ha podido comprobar su supuesta llegada a México.

Y seguimos con la lista de perseguidos por la 4T, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas que, al igual que el exsenador panista Lavalle, es acusado por haber recibido sobornos para aprobar la reforma energética, dinero proveniente de la empresa Odebrecht, y su acusador es Froylán Gracia Galicia, gente de confianza de Emilio Lozoya. AMLO estuvo a punto de hacer "justicia a su modo" de no haber sido por tantas trabas legales que tanto lo mortifican, le molestan y le impiden hacer la "transformación" que tanto predica.

Como aspirante a dictador ha sabido rodearse de personas que están dispuestas a obedecerlo "servilmente" y a diario están interpretando los deseos del "inquilino de palacio"; la menor señal y se lanzan a satisfacerlo, no importa lo qué tengan que hacer (maromas, actos circenses de todo tipo), el jefe debe quedar complacido. Comprar testigos, falsificar documentos, acusaciones falsas, etc. No es que en los gobiernos anteriores no hubiera estos casos, ahora es un sello característico de "las cosas ya no son como antes".

Dejamos los casos del exdiputado Ricardo Anaya y de los científicos para lo último del presente artículo para darles un consejo y hacer una reflexión que bien les caerá a los que se están prestando a "hacer justicia al estilo 4T". El dictador soviético José Stalin, para deshacerse de sus enemigos políticos, aparte de eliminar a millones de opositores o presuntos opositores, se valió de la policía secreta de la URSS: GPU, NKBD que luego terminaría siendo la KGB. A los Directores de esas dependencias los hizo creer que gozaban de su confianza y logrado el objetivo les aplicaba la misma receta que a sus enemigos... ¡el fusilamiento!. Tal es el caso de Yagoda y de Yezhov. El consejo para todos los serviles...- ¡Ya saben cómo pagan los dictadores!

5 octubre del 2021