RELIGIÓN Y POLÍTICA

27.08.2024

Desde que el profeta Samuel intervino por el pueblo ante Dios y le pidió un rey, esta figura tomó relieve y al tiempo se crearon los linajes hereditarios para el gobierno de los pueblos. Éstos, con los años, fueron dando paso a mandatarios democráticos de perfil republicano, que se volvieron más ávidos que los reyes. Como el tiempo de gobierno era limitado, el robo a las arcas públicas fue más desvergonzado y culpable … Decía Tolstoi … sí en un gobierno no prevalece la justicia no pasará de ser una banda de malhechores.

Con el paso de gobiernos republicanos, nos hemos hecho a la idea de que robar es parte del ejercicio de gobernar. En México hay un dicho entre políticos: el que no tranza no avanza. El político es, por lo general, un sinónimo de ladrón; todos acaban con grandes fortunas, "ganando sueldos limitados". Es un hecho que cada sexenio, el presidente y su equipo salen favorecidos a expensas del erario público.

En el proceso electoral para elegir el relevo al gobierno de la nación, todos mienten y muestran una cara de honestidad, casi evangélica, pero en los hechos, ustedes los conocen.

Es por este motivo que el criterio de elección es un problema para un ferviente católico ciudadano. ¿Por quién votar? … La conciencia pide a gritos a un gobernante y a un congreso honesto, pero se tiene uno que conformar con "el menos malo". Sabemos por experiencia, que "el menos malo" sale peor que los malos … pero … ¿cómo hacerle para tener la conciencia tranquila?

Resulta, que el ideal para un ciudadano católico es un gobernante católico, pero de esos no hay. Todos los políticos, en su gran mayoría, ya le deben obediencia al Gran Hermano de la Logia. Porque han de saber, que al menor rasgo de liderazgo que presenten en la Universidad o en el ejercicio profesional, el candidato es invitado a formar parte de la élite conjurada que dirige a las naciones … la Masonería.

Esto se da no sólo en el ámbito político, sino también entre los liderazgos de la Iglesia Católica; no es de extrañar que no entendamos que nuestras autoridades políticas y religiosas, por desgracia, bailen al son del gobierno masónico.

Esta realidad pone a la conciencia en una posición más peliaguda: ¿optar por algún candidato u obedecer alguna barbaridad teológica? … Tomar partido … ¿por quién? y que mi conciencia quede tranquila … Bueno, la recomendación popular dicta votar por "el menos malo", y deslindarte de comprometerte con el partido del poder, para no ser cómplice.

Estas bandas de malhechores no tienen virtud, ni moral, mucho menos vergüenza … ¡Todos roban! … unos más, otros menos. Pero por este compromiso de gobernar en un tiempo limitado, tienen que asegurarse su futuro con 2 o 3 plataformas petroleras y unos cuántos milloncitos de dólares extra.

Lamentablemente, todo esto es verdad; la desilusión viene después de gobernar, cuando se retiran; y el que viene se lava las manos con las barbas de su antecesor.

¿Y la conciencia? … queda el malestar de que fuiste traicionado una vez más. Por lo pronto, para todos aquéllos que tomaron en serio su responsabilidad social de ir a votar, no esperen un milagro electoral, esto no existe y en el régimen actual no sólo roban dinero sino que, además, traicionan a la Patria, al vender su voluntad política y a la nación a un globalismo totalitario, explotador y ateo.

Por esto, el católico practicante debe rezar y con ello, hacer proselitismo para agrandar su círculo de orantes.

Sólo Dios puede cambiar este estado de cosas, y a Dios, sólo se le convence con la oración piadosa y sincera. Esto "fuerza" a Dios a intervenir en los acontecimientos humanos.

Decía San Bernardo de Claraval … ¡A Dios rogando y con el mazo dando!