Es hora de limitar la frecuencia con la que podemos viajar al extranjero – ‘ pasaportes de carbono ’ puede ser la respuesta

Análisis de Ross Bennett-Cook 

Nota del editor: Las opiniones expresadas en este comentario son únicamente las del escritor. CNN está mostrando el trabajo de La Conversación, una colaboración entre periodistas y académicos para proporcionar análisis de noticias y comentarios. El contenido es producido únicamente por The Conversation.

La Conversación —

El verano de 2023 fue muy significativo para la industria de viajes. A finales de julio, llegadas de turistas internacionales a nivel mundial alcanzó el 84% de los niveles pre-pandemicos. En algunos países europeos, como Francia, Dinamarca e Irlanda, la demanda turística incluso superó su nivel pre-pandemia.

Esto puede ser genial noticias económicamente, pero existe la preocupación de que un retorno al status quo ya está mostrando graves consecuencias ambientales y sociales.

El verano vio olas de calor récord en muchas partes del mundo. La gente se vio obligada a huir incendios forestales en Grecia y Hawaii, y extremo advertencias meteorológicas se emitieron en muchos destinos de vacaciones populares como Portugal, España y Turquía. Expertos atribuidas estas condiciones extremas al cambio climático.

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El turismo es parte del problema. El sector turístico genera alrededor de una décima de las emisiones de gases de efecto invernadero que están impulsando la crisis climática.

Los impactos negativos del turismo en el medio ambiente se han vuelto tan severos que algunos sugieren que los cambios drásticos en nuestros hábitos de viaje son inevitables. En un reporte a partir de 2023, que analizó el futuro de los viajes sostenibles, el operador turístico Intrepid Travel propuso que los pasaportes de carbono " " pronto se harán realidad si la industria del turismo espera sobrevivir.

¿Qué es un pasaporte de carbono?

La idea de que un pasaporte de carbono se centre en que a cada viajero se le asigne una asignación anual de carbono que no puede exceder. Estas asignaciones pueden entonces viajar " ration ".

This concept may seem extreme. But the idea of personal carbon allowances is not new. A similar concept (called "personal carbon trading") was discussed by UK Parliament in 2008, before being shut down because of to its perceived complexity and the possibility of public resistance.

The average annual carbon footprint for a person in the US is 16 tons – one of the highest rates in the world. In the UK this figure sits at 11.7 tons, still more than five times the figure recommended by the Paris Agreement to keep global temperature rise below 1.5 Celsius (2.7 Fahrenheit) above pre-industrial levels.

Globally, the average annual carbon footprint of a person is closer to 4 tons. But, to have the best chance of preventing temperature rise from overshooting 2 Celsius, the average global carbon footprint needs to drop to under two tons by 2050. This figure equates to around two roundtrip flights between London and New York.

Intrepid Travel's report predicts that we will see carbon passports in action by 2040. However, several laws and restrictions have been put in place over the past year that suggest our travel habits may already be on the verge of change.

Orientación a los viajes aéreos

Entre 2013 y 2018, la cantidad de CO₂ emitida por aviones comerciales en todo el mundo aumentó un 32%. Las mejoras en la eficiencia del combustible están reduciendo lentamente las emisiones por pasajero. Pero investigación a partir de 2014 se descubrió que, independientemente de los esfuerzos de la industria para reducir sus emisiones de carbono, serán superados por el crecimiento del tráfico aéreo.

Para que las reducciones de emisiones tengan algún efecto significativo, los precios de los boletos tendrían que aumentar un 1,4% cada año, desalentando a algunas personas a volar. Sin embargo, en realidad, los precios de los boletos han estado cayendo.

Algunos países europeos están empezando a tomar medidas para reducir los viajes aéreos. Desde el 1 de abril de 2023, los pasajeros en vuelos de corta distancia y aviones más antiguos en Bélgica han sido sujeto a mayores impuestos fomentar formas alternativas de viaje.

Menos de dos meses después, Francia prohibió vuelos nacionales de corta distancia donde el mismo viaje se puede hacer en tren en dos horas y media o menos. España se espera que siga su ejemplo.

Un esquema similar también podría estar en el horizonte para Alemania. En 2021, a Encuesta youGov se encontró que el 70% de los alemanes apoyaría tales medidas para combatir el cambio climático si hubiera rutas de transporte alternativas como trenes o barcos disponibles.

Cruceros y carbono

No solo se critica el viaje aéreo. Un investigación por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente en 2023 descubrió que los cruceros bombean cuatro veces más gases sulfúricos ( que se ha demostrado que causan lluvia ácida y varias condiciones respiratorias) en la atmósfera que todos los 291 millones de automóviles de Europa combinados.

Estadísticas como estas han obligado a los destinos europeos a tomar medidas contra la industria de cruceros. En julio, el consejo de Amsterdam cruceros prohibidos desde atracar en el centro de la ciudad en un intento por reducir el turismo y la contaminación –, una iniciativa que ha demostrado éxito en otros lugares.

In 2019, Venice was the most polluted European port, due to large numbers of cruise ship visits. But it dropped to 41st place in 2022 after a ban on large cruise ships entering the city's waters reduced air pollutants from ships in Venice by 80%.

Cambiar destinos

El informe de Intrepid Travelia también destaca que no solo cómo viajamos, sino que donde viajamos pronto se verá afectado por el cambio climático. Las temperaturas de ebullición probablemente disminuirán el atractivo de los destinos de playa tradicionales, lo que llevará a los turistas europeos a buscar destinos más fríos como Bélgica, Eslovenia y Polonia para sus vacaciones de verano.

Varias agencias de viajes informó haber visto aumentos notables en las reservas de vacaciones a destinos europeos más fríos como Escandinavia, Irlanda y el Reino Unido durante los meses pico de viaje de verano de 2023 '.

Cualquiera que sea la solución, los cambios en nuestros hábitos de viaje parecen inevitables. Destinos en todo el mundo, de Barcelona a la Rivera italiana e incluso Monte Everest ya están pidiendo límites en el número de turistas mientras luchan para hacer frente a las multitudes y la contaminación.

Los turistas deben prepararse para cambiar sus hábitos de viaje ahora, antes de que este cambio se les imponga.

Ross Bennett-Cook es profesor visitante, Escuela de Arquitectura + Ciudades, Universidad de Westminster

Reeditado bajo una licencia Creative Commons de La Conversación.

https://edition.cnn.com/travel/carbon-passports-explainer/index.html