LA CONSPIRACIÓN

La Conspiración es una dama muy atractiva... Al igual que las mujeres, es voluble e impredecible. Es de esa belleza misteriosa y enigmática. Su mirada encierra secretos ocultos bajo un velo de pestañas, que ondean según el viento que los impulse.

Es hermosa como ninguna, está adornada de tantos atributos, que no crees posible su existencia. Es por eso que la mayoría ignora su arrobadora actitud y prefiere ignorarla para evitar caer en sus redes seductoras, que se convertirán en una ficción.

La realidad es más escandalosa que la Conspiración, porque es más desconocida que la verdad.

La Conspiración se mueve en círculos secretos, mientras la realidad se muestra a pleno sol. Las marcas del tirante del sostén quedan en el blanco inmaculado de la piel, mientras el sol calcina las partes descubiertas a su exposición.

La verdad se considera una ilusión en el agrio diálogo ente realidad y Conspiración.

Desde que San Miguel con flamígera espada expulsó a la mentira de la bóveda celeste, nació la Conspiración, porque ya Satanás, hacía sus planes para la apostasía del hombre que todavía no había sido creado.

Desde el principio, el "padre de la mentira" usó el embuste como represalia de su envidia y lo ha usado desde el principio hasta el fin de los tiempos.

Su mayor astucia es convencer a las creaturas humanas de su no existencia y por ende la inexistencia de Dios.

Desde el principio de la historia ha fundado su propia iglesia, que competirá fuertemente con la de Cristo por la conquista de las almas.

En su principio por la historia ha condenado innumerables almas con la seducción del oro y la soberbia.

Es el padre no nada más de la mentira, sino de todo lo que no es Dios. Por eso ha convencido que Dios es él y que él es Dios. Sus lacayos se lo creen, como nosotros creemos en el Dios Trino y Omnipotente.

Dios sabe, que más que el oro y los diamantes, el alma humana tiene un valor inconmensurable.

Ese valor, el demonio lo conoce y convence con mentiras diciendo que el valor del alma es nulo; los compra con el oro y el odio en la subasta de la eternidad.

Al que osa señalarlo ante el mundo, luego se le aplica la denominación de "conspiranoíco". Y el mundo prefiere taparse la mirada para no ver la mentira del tentador; parece que algunos hombres prefieren creer en las patrañas que exponerse a la luz de la verdad.

La Conspiración es una dama muy afectiva... que engaña a los incautos que creen que su belleza es natural y no el resultado del taller cosmético de la Masonería.

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