SÓLO ES CUESTIÓN DE TIEMPO

La incorporación de la mujer al trabajo, por aquello de la igualdad de género, ha traído consigo una pérdida de valores casi imposible de cuantificar en el presente.

La familia ha sido herida desde hace más de 50 años, y ya hay dos generaciones que han sufrido él zarpazo moral de una mala educación. La buena educación es la que está cimentada en los valores, siendo éstos religiosos, ya que, no hay moral sin religión. Las generaciones actuales han abrevado, ya no en una sana doctrina, sino en la maliciosa cultura del egoísmo y de la muerte. Desde el rebelde sin causa, hasta el huérfano sin padres ni principios, son como animalitos que sólo obedecen a sus instintos. La proliferación de modas, las necesidades ficticias y el consumo de drogas son la tónica actual que motiva la ambición de los jóvenes.

La mayoría ha optado por la "libertad", desvinculándose del hogar paterno y la responsabilidad, como miembro de una familia.

Con la ausencia de valores y principios, no florecen las virtudes, mucho menos la vocación para proveer de Sacerdotes para el acompañamiento espiritual en la Iglesia de Cristo, que se ha visto deseñada por ignorancia y liviandad.

¡Esto sí que es una verdadera crisis! … ya que nuestra fe, nos dicta que es necesario conocer el camino a la otra vida, donde estaremos exentos del dolor y de la muerte.

En la realidad actual, los mapas, letreros e información del recorrido para nuestro fin último han desaparecido, pero han sugerido innumerables rutas para el infierno.

Dios es misericordioso, pero ante el desacato evidente, no se hace ilusiones de poblar el Cielo.

Es ineludible que Dios llama a cada uno de nosotros al camino recto, pero es sofocado por el ruido del placer, el poder y el dinero. Sí, con estás tres señales de siempre, hasta Cristo fue tentado con ellas en el desierto … éstas generaciones si han caído en el engaño.

Ya que no haya Sacerdotes ¿qué vamos a hacer? …Sin jueces, ni tribunales, sin Misas de adoración, sin guía para el camino … ¡perderse es lo seguro! … Ya no hay familias que provean de jóvenes a los seminarios. ¡En Irlanda hay un solo seminarista, para un millón y medio de ovejas! ¿Quién los conducirá a las verdes praderas?, ¿quién os alejará del precipicio?, ¿quién los protegerá de los hambrientos lobos?

Hemos comprometido, con nuestro egoísmo, la vida eterna; para divertirnos, tremendamente en el mundo, sufriremos, el desprecio de Dios eternamente.

¿Valdrá la pena? …o ¿sólo es cuestión de tiempo?

¡Nos encantaría escucharte!

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