"UNA PEQUEÑA EXCEPCIÓN"

La supremacía blanca, vuelve a dar de que hablar. En el siglo veinte fue un constante dolor de cabeza para el mundo de color. Este concepto de asegurar que la raza blanca es superior a cualquier otra tiene sus raíces en el Racismo Científico del siglo XVII, y ha sido enarbolado desde el Comercio Atlántico de esclavos, durante la Guerra Civil Estadounidense y en la Era de la Reconstrucción, en la que un autor de temas sobre los nativos americanos, L. Frank Baum escribió: "Los blancos, por ley de conquista, por justicia de civilización, son dueños del Continente Americano, y la mejor seguridad de los asentamientos fronterizos estarán garantizados por la aniquilación total de los pocos indios restantes".

Este concepto prevaleció en los Estados Unidos, Europa y Sudáfrica hasta muy entrado el siglo XX, hasta llegar a formarse una "Nueva Religión Racial" denominada del "Centro del Mundo" por la pureza de sangre que le da "una fuerza superior" que ha trascendido hasta el siglo XXI. En la Ucrania de Zelensky, su nacionalismo antíeslavo descansa en esta ideología.

El odio y la repulsa contra los rusos tiene este ingrediente de supremacía blanca que los hizo cómplices de Alemania durante la 2° guerra mundial.

Stepán Bandera, fue el líder durante esos años de guerra y dejo su herencia en Ucrania, que es un odio a la raza eslava. Esta herencia fue tomada por Andriy Biletsky para formar el Batallón de Azov.

El Batallón de Azov, es el enemigo número uno de Vladimir Putin y el más aguerrido antirruso.

Se ufana de "Ejército Regular" que intenta repelar la invasión rusa. El Batallón Azov es un mosaico de jóvenes cautivados por la ultraderecha, nostálgica de la Alemania Nacional Socialista, las barras bravas de clubes ucranianos, todos amalgamadas ahora, para defender su territorio de las tropas enviados desde Moscú. Se jactan de haber actuado con éxito desde 2014 en las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk. En 1959 la KGB mandó eliminar a Stepán Bandera, al cual los ultraderechistas lo reivindican en Ucrania como un héroe. Los Neonazis de Azov glorifican a sus integrantes caídos en combate en la región del Donbass contra la mayoría rusófona.

El símbolo esotérico del "Sol Negro", su significado oculto es notable por su uso en el misticismo nazi. Este es el símbolo del Batallón de Azov en el que sobreponen al Sol Negro, una "Runa" de la victoria, usado por la SS y concebido por el teórico racista del Partido Nazi: Alfred Rosenberg.

En este Batallón multinacional destacan los croatas bajo la jurisdicción del ministerio del interior de Ucrania.

Cuando Vladimir Putin se dirigió a los militares ucranianos a dar un golpe de estado para liberar a Ucrania de una "Pandilla de drogadictos y neonazis": se refería en primer lugar al presidente Zelensky, adicto a la cocaína y al Batallón de Azov como neonazis.

Miembros de este Batallón conforman el nuevo partido político "Cuerpo Nacional" para llegar a tomar el poder en Ucrania.

Todo esto, más la insistencia del presidente Zelensky de pertenecer a la membresía de la OTAN, encendieron los focos rojos en Moscú ... que no iba a permitir a su enemigo supremacista, pertenecer a la OTAN y tener misiles nucleares dentro de un país limítrofe a sus fronteras.

Vladimir Putin ya había previsto esta situación, y con mucho tiempo estaba insistiendo a la OTAN, garantías de seguridad para la Federación Rusa.

La OTAN y el supremacista Zelensky ignoraron olímpicamente a Putin y siguieron los acercamientos de Ucrania con la OTAN, mientras el ejercito de Ucrania, asediaba constantemente a las Repúblicas Independentistas del Donbass, que por su cultura, etnia e idioma son Rusos. Esta violencia ejercida por el gobierno de Ucrania ignorando los acuerdos de Minsk, y la expansión de la OTAN en los países fronterizos europeos con Rusia, decidió al presidente Putin a desmilitarizar y acabar con el Batallón de Azov en Ucrania, el financiamiento del oligarca Íhor Valériyovich Kolomoiski, y el apoyo retórico de la OTAN.

Esta unidad militar de voluntarios racistas acuartelados en Mariúpol, fueron el objetivo de Vladimir Putin, que por fin acabó con ellos capturando a su comandante Denis Projipenko y un gran número de combatientes y enviarlos presos a Rusia. El resto del Batallón de Azov todavía asedia el Donbass y la Federación Rusa hecha marcha atrás para acabar de una vez con todo el Batallón.

Por el lado de la desmilitarización de Ucrania; el presidente Putin ha atacado miles de objetivos militares, entre cuarteles, arsenales y maquinaria de guerra ... y sobre todo los 26 laboratorios de armas químicas instalados en Ucrania por orden del Pentágono y que no ha querido dar explicaciones el presidente Biden.

Recordemos que durante la segunda guerra mundial el gobierno de Ucrania y Stepán Bandera, le dieron pasó Franco a Alemania, durante la operación Barbarroja, para atacar a la Rusia comunista, más por una conveniencia racial que ideológica.

Esto Vladimir no lo olvida, Ucrania era un nido de traidores en la "Guerra Patria" (Segunda Guerra Mundial), es un nido de traidores que no respetaron los acuerdos de Minsk y siguen siendo un peligro en su intento de unirse a la OTAN.

Desde la caída de la Unión Soviética y la independencia de Ucrania, este país fue visto por el Estado Profundo Norteamericano como un enclave para ser el inicio del Nuevo Orden Mundial a través del globalismo, una base para destruir a Rusia como lo verificaron los documentos incautados en Kazajistán durante las revueltas de enero de 2022, que apaciguó el ejército Ruso, amén de los laboratorios de armas químicas y biológicas que preparaban contra la Federación Rusa.

Los cuerpos de inteligencia de Vladimir Putin descubrieron que planeaban invadir Rusia desde Ucrania el 8 de marzo de 2022, envenenar el aire con gérmenes mortales y así, acabar con la Federación Rusa con la participación de la OTAN ... Pero Putin se les adelantó y puso en actividad, sus misiles atómicos apuntando a Europa.

A partir de ahí, el Estado Profundo, se hechó para atrás en sus planes y empezó a recomendar la rebelión entre los generales de Putin y sugerir su asesinato.

Todos estos mensajes de odio los ha permitido Facebook, en sus redes, incluso, elogió al Batallón Azov, justificándolo como "una pequeña excepción".

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